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El Séptimo Mundo del Budismo Chan
por Ming Zhen Shakya
Traducido al Español por la < Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
Capítulo 19 - Correcta Meditación
El Octavo Paso en el Camino: Los Metodos ¿Pero cuál, podríamos decir, es la virtud especial del Soto Zen, de mirar fijamente a la pared para lograr la liberación? Las prisiones tienen paredes que imponen castigos humillantes, pero no necesariamente llegan a ser maestros Zen. Miremos a través de todo esto, para obtener la respuesta que nos intriga. Primero, algunas explicaciones y precauciones o palabras sabias acerca del uso de drogas o de estratagemas mecánicas para lograr estados superiores de consciencia. Nadie puede negar que las drogas han sido tradicionalmente usadas en las ceremonias religiosas. Soma, la droga misteriosa más íntimamente asociada con la India milenaria, el Ling Chih (Planta de la Larga Vida) del género de los hongos y otros organismos pertenecientes al mismo género, el peyote, la marihuana, las bebidas alcohólicas, y una serie de sustancias, han sido empleadas en todo el mundo y a través de la historia para promover o intensificar la experiencia mística. Si una persona ya está en un estado espiritual exaltado y usa drogas en ritos ceremoniales, sus motivos están más allá de toda duda, aunque él no necesariamente esté protegido de la persecución delictiva. Es otra cosa completamente diferente cuando los principiantes buscan el camino al Nirvana a través de un viaje con la droga alucinante LSD, o cuando un clérigo, que su colorido espiritual ha sido desteñido por la ofuscación mundana, trata de colorear su fe con un litro o dos de vino oporto. Aunque a los budistas se les prohíben, por sus Preceptos, el usar sustancias que alteren la mente, de cierto es, que esta regla algunas veces es violada por los adeptos, especialmente aquellos que recurren a alguna clase de Daoísmo o Yoga Budista. El satori y el samadhi constituyen una línea divisoria. Antes de la iluminación o la unión divina, la regla es, ‘ningún ritual del alcohol o droga’. La unión con Dios es raramente o nunca experimentada por nadie que no haya llegado a ser reverentemente humilde a través de un largo sufrimiento para vencer al ego. Sin embargo, cada año más o menos, escuchamos sobre algún proyecto científico maravilloso de búsqueda o investigación en los cuales las drogas fueron usadas para inducir o provocar estados superiores de consciencia, incluyendo, se nos ha dicho, el Nirvana. Nada se ha encontrado en ellos, que le pueda interesar a los lectores de los reportes publicados. Sin embargo los escritores, parecen usar los reportes, ofreciéndolos como evidencia de su inocencia académica, para obtener contribuciones y también excepciones de los variados reglamentos o estatutos que rigen las sustancias controladas. Cualquiera que piense que puede encontrar un atajo de sustancias químicas hacia la salvación, está peligrosamente equivocado. Si los químicos hicieran el trabajo, los mariguaneros, los morfinómanos, los que usan el opio, en fin todos los drogadictos, serían santos. Los que usan drogas invariablemente llegan a consumirse su propio ego, no a liberarlo. En estos últimos años, los psicólogos han estado experimentando con el control de las ondas cerebrales usando técnicas de realimentación biológica, de hipnosis y otras por el estilo. Aunque la búsqueda e investigación son maravillosas, eso es ciencia, no es religión. La misma diferencia que existe entre un bebedor de vino ordinario y los religiosos que comulgan, existe entre las personas que practican la meditación como medio para realizar la unión divina y las personas que trabajan meramente para obtener alguna clase de control mental o para un propósito de investigación académica o intelectual. Los libros de texto, los manuales y los equipos técnicos no hacen nada para contribuir al desarrollo espiritual de una persona. El conocimiento y el poder, cuando no se adquiere con reverencia y humildad, agrandan y amplifican el ego – y obviamente, acrecientan los resultados indeseables para aquellos que están en el camino espiritual. Sin embargo, los psicólogos investigadores que experimentan, han obtenido un conocimiento que nos ayuda no solamente a entender lo que está pasando dentro de nuestra cabeza cuando nos sentamos a meditar, sino también a resolver algunas de las controversias acerca de los estilos de la meditación Chan. Clasificando la actividad eléctrica del cerebro por la frecuencia de las ondas cerebrales, ellos determinan esos estados activos del cerebro que se ocupan de pensar, tales como lo que se puede experimentar mientras se lee, se conversa o se dirige la atención externamente hacia las personas, cosas, o problemas; esa son las ondas beta (13 o más ciclos por segundo). Un cerebro reposado pacíficamente, cuyas atenciones están dirigidas internamente sobre él mismo, en mirar u observar sus propios pensamientos o en contemplación de su contenido espiritual interior, registra las ondas alpha que son mucho más lentas o de una frecuencia más baja (de 8 a 12 ciclos por segundo). Un cerebro en un estado incluso mucho más profundo de descanso, un estado en el cual los madalas y lo extraordinario, las imágenes pequeñas (imágenes hypnogogic o hypnopompic) pestañean en él con claridad peculiar, registra las ondas theta (de 4 a 7 ciclos por segundos). En theta , los arquetipos pueden ser encontrados directamente en su forma simbólica. Un cerebro durmiendo registra las ondas delta (de 0 a 4 ciclos por segundo). La meditación ocurre solamente en la extensión entre alpha y theta. Las escuelas de Chan con la ayuda tántrica o los métodos yoga de emplear los varios arquetipos como los reyes chakra, los buddhas y las taras (las contrapartes femeninas) obviamente requieren una maestría de las frecuencias theta. Desde la extensión de la frecuencia baja alpha hasta la alta theta encontramos esos estados de samadhi en los que el mundo es visto en una exquisitez prístina y el cuerpo y la mente parecen desaparecer en una consciencia pura, y la pureza misma es serenamente contemplada. Respirando cada vez más despacio hasta casi parar, la vida parece estar suspendida. Algunas veces parece que somos capaces objetivamente de vernos a nosotros mismos sentados en la habitación en la que estamos meditando y otras veces nos encontramos a nosotros mismos rodeados por una bruma impenetrable, divinamente dorada. El éxtasis o la bienaventuranza, análogo a un orgasmo sexual prolongado, puede ser experimentado. Este éxtasis sobrevivirá el estado meditativo como un sentimiento cálido de serenidad que penetra los estados subsecuentes de consciencia con ternura, compasión, humildad y un sentido paradójico de estar al mismo tiempo, liberados y conectados al resto de la humanidad. Este estado es llamado kenosis (kensho). Si todo esto suena de locura, es porque las palabras no pueden describir ni el ímpetu del samadhi, ni su despertar. Cualquier estado superior de consciencia debe ser experimentado para poderlo entender. ¿Es la visión (inducida o estimulada por theta) del mundo en su belleza prístina, similar a las percepciones visuales del satori? Sí. Pero no constituye la experiencia del satori ni la sustituye, porque el satori esencialmente consiste en ser testigo de la extinción del ego. Por lo tanto, aunque las percepciones del theta y las del satori tienen cualidades similares, las experiencias son diferentes dado que una contiene el elemento de extinción y la otra no. El satori imparte un entendimiento intelectual que no tiene nada que ver y no está relacionado con el samadhi. Por ejemplo, la antigua declaración Zen, “Antes que experimentara el satori sentí como si hubiera perdido ambos padres y después que experimenté el satori sentí como si hubiera perdido ambos padres,” luce razonable solamente en la experiencia satori. En la lucha frustrante por obtener la iluminación, el monje se siente tan desolado y miserable como un huérfano; después de la iluminación, el monje realiza que sus padres no existen en el mundo real, un hecho que lo hace a él un huérfano. La unión divina del Samadhi no produce esta comprensión. La mayoría de nuestra información acerca de la historia cronológica de Chan nos viene de Daisetz Suzuki, que era parte de Rinzai (la Escuela Impulsiva) del Zen. Dado que él es el narrador e historiador Chan con más autoridad, sus puntos de vista no pueden ser fácilmente disputados. Sin embargo, a medida que ellos observan el Soto Zen (la Escuela Gradual) especialmente, ellos pueden usar un poco de su información. Suzuki favoreció a la Escuela Impulsiva de Hui Neng porque él había experimentado el satori y sabía que no había nada que no fuera impulsivo. Él sabía que el satori le ocurría a ambos, aquellos eran expertos en meditación y a aquellos que no lo eran. En busca de un factor común a todas las experiencias Chan documentadas del satori, él fue capaz, por lo tanto, de eliminar la habilidad en la meditación. Pero hay más en el Chan que el satori. La meditación practicada durante o después de un programa riguroso - en el monasterio o en el zozobro – del desapego del ego, puede o puede que no, ayudar a madurar la mente, pero sí, capacita al monje para obtener la maestría en la meditación, y entonces, con suerte, ascender al samadhi. Dejando a un lado el asunto del satori, encontramos un serio problema con las evaluaciones del Suzuki de la eficacia de ‘la contemplación fija en la pared’ como una técnica para inducir el estado meditativo. Bodhidharma fundó el Budismo Chan. Él se sentó en meditación, mirando fijamente las paredes lavadas de blanco, del monasterio Shao Lin, todos los días, por años. Aunque Bodhidharma fue un maestro iluminado con puntos de vista óptimos, su práctica todavía define el chan en el Chan. Daisetz Suzuki tenía dificultad en apreciar el valor de esta ‘contemplación fija en la pared’. Él deseaba saber, cómo, una mera ‘contemplación fija en la pared’ comienza un movimiento revolucionario en el mundo Budista. Pero, los psicólogos modernos han encontrado, que la ‘contemplación fija en la pared’, es una gran forma de inducir las ondas alpha en sus frecuencias de extensión superiores e inferiores (e incluso la frecuencia theta superior); y esta es la respuesta de la virtud especial del Soto Zen . Cualquiera puede repetir el experimento que prueba este punto. Simple cojan una pelota de ping-pong, la cortan a la mitad y colocando una cinta adhesiva transparente sobre los bordes de las dos mitades, pegue cada mitad sobre cada ojo. El ojo no será capaz de ver nada más que la parte de adentro de la pelota. Entonces, con los ojos abiertos, dirija su cara hacia la luz. En breve, el campo de la visión comenzará a despedir una luz intermitente, ondulando y formándose a sí misma en formas grises o iridiscentes que circula alrededor y continuamente se aleja y avanza. Concéntrese en esas formas. Éstas son la evidencia de alpha. No deje que su atención se distraiga con nada. Si un pensamiento exterior interrumpe, despídalo y regrese a las formas. Estúdielas. Deje que ellas le cautiven y absorban su atención. En esta técnica, llamada ‘ganzfeld’ – una palabra alemana que significa ‘campo completo’ – las ondas alpha son generadas al observar un campo visual vacío y brillante, preferiblemente blanco y manteniendo los ojos firmes sobre él. Una pared blanca logra esta condición. Todo lo que es necesario es que esa pared ocupe el campo completo de visión de forma que las distracciones sean eliminadas. (El entrenamiento, sin embargo, puede filtrar distracciones.) Esta técnica es tan poderosa para generar las ondas alpha que, contrario a las sospechas de Suzuki, ella pudo haber fácilmente comenzado la revolución de ‘la contemplación fija en la pared’. Infortunadamente, los zendos modernos frecuentemente están tan repletos que los devotos deben sentarse a través de la habitación observando el piso. Los adeptos que pueden generar alpha fácilmente se les da espacios de pared honoríficamente, mientras los principiantes, que realmente son los que necesitan la pared vacía, se les asigna a los espacios del piso. Esto no tiene sentido del todo. Peor, nosotros encontramos algunas veces paredes pintadas de color oscuro. Zazen como Bi Guan Chan Para hacer ‘la contemplación Chan fija en la pared ’, en una forma tradicional y correcta debemos: 1. Obtenga un cojín o una alfombrita. Estos pueden ser obtenidos de la mayoría Centros Zen Japoneses, pero cualquier cojín o almohadilla firme y razonablemente suave puede usarse. El cojín debe ser suficientemente firme para elevar la base de la espina dorsal de manera que ella comparta el peso del cuerpo con las rodillas. 2. Siéntese frente a una pared vacía blanca o de color claro tan cerca como sea necesario para tener el campo de visión lleno. 3. Siéntese en la postura de loto con la espina dorsal afianzada en la orilla del cojín. Si la postura de loto completa no puede ser lograda, entonces puede usarse la postura de medio-loto. 4. Coloque la lengua en contra del cielo de la boca, el lado de abajo de la lengua tocando el cielo de la boca. 5. Coloque sus manos en una configuración o ‘mudra’ cómoda. La forma más fácil para colocarlas, es dejar que su mano derecha descanse sobre la izquierda, la parte de arriba de la mano derecha en contra de la palma de la mano izquierda, con los pulgares gentilmente tocándose. Las manos pueden también ser sostenidas en lo alto como si acunáramos el ombligo – en ese caso tus codos deberán extenderse a los lados; o también pueden las manos descansar simplemente sobre el regazo, con los brazos relajados. 6. Mirar a la pared, observando su textura. 7. Mentalmente reverencie al Buda y comience ‘un breve pero profundo’ examen de consciencia. Considere todos los Cinco Preceptos y determine si ha violado cualquiera de ellos desde su última meditación. Resuelva hacer enmiendas o restituciones si tiene que hacerlas. Si se siente enojado hacia cualquiera, resuelva que dentro de las siguientes 24 horas, el incidente que ha causado ese enojo será solucionado a favor de la otra persona. La carga de entender y perdonar a la otra persona está enteramente sobre usted . 8. Ejecute no más de 10 respiraciones del ciclo 4:16:8. Concéntrese en el curso de la respiración, por donde pasa el aire en su aspiración y su espiración. 9. Observe las figuras ondulantes formándose en el campo de la visión. Fije su atención sobre ellas. Si no tiene una pared y hay suficiente luz exterior en la habitación, el cerrar los ojos puede funcionar como el ganzfeld [campo completo]. 10. Tan pronto como esté relajado en el estado alpha, vacíe su mente de todos los pensamientos. Los pensamientos continuarán apareciendo en su mente pero su tarea es no dejar a ninguno de ellos que capture su atención. La mayoría de los maestros recomiendan que traten a su mente como tratarían a un niño que están llevando a pasear. Cada vez que tu atención quiera permanecer en un pensamiento, debe ser gentilmente apartada. Dígale al pensamiento, “ Perdona, pero no podemos juguetear ahora. Pensaremos en eso, en otro momento.” O mejor todavía, 11. Enfoca tu atención sobre los varios sonidos que oigas sin pensar acerca de ellos. Justo documenta el sonido-asunto [ejemplo: es una campana, es un grito, es una palabra, es un tren, etc.] y déjalo pasar a través de tu cabeza... que entre por un oído y salga por el otro. Esto es realmente todo lo que hay sobre ‘la contemplación fija en la pared’ de Chan. Naturalmente, es mucho más difícil hacerlo que describirlo. Hay una historia acerca de un ‘Diablo que fue comprado por alguien’ [El Diablo Comprado] y que aplica a ‘la contemplación fija en la pared’: Un hombre compró un diablo y todo fue muy bien hasta que el diablo obtuvo la habilidad de hacer todas las tareas que le asignaban rápidamente, terminando siempre temprano. Entonces, no teniendo nada que hacer, se dedicó a portarse mal y destruir cosas. El dueño del diablo regresó al mercader que se lo había vendido y protestó. El mercader se rió. “Todo eso es necesario”, él le informó, “el problema es que usted tiene que decirle a su diablo que cuando él termine sus tareas, tiene que subir y bajar el árbol de su patio, hasta que usted llegue a la casa.” “Subir y bajar” significa, cuidadosamente observar la respiración, inhalando y exhalando a un ritmo normal. Cuando la mente se intranquiliza o comienza hablar por sí sola, puede ser controlada ordenándole que observe la respiración. Sin embargo, usualmente, las respiraciones son contadas y observadas, ya sea inhalando o exhalando del uno al diez. Después de llegar al diez, comenzamos a contar otra vez. Si, después de cinco o diez minutos de esfuerzo intenso, se siente fatigado y se encuentra irritado, trate el ejercicio opuesto. En este, la ‘Técnica del Testigo’, usted se sienta y observa los pensamientos que entran en la mente. Esto es difícil de hacer porque debe estar calmado para poder triunfar. Por lo tanto, es mejor limitar su período de “no-pensamiento” o de observación de la respiración, de manera que lo termine antes que llegue a irritarse. Al observar sus pensamientos es imperativo que no responda a ellos emocionalmente. Usted deber ser un espectador sin involucrarse . El peor error que usted puede hacer en Zazen, es forzarse a sí mismo a sentarse en su cojín después que la fatiga se haya apoderado de usted. Nunca haga de la meditación un esfuerzo o un trabajo incómodo. La meditación es una experiencia bella. Deje la agonía miserable para cuando esté en la silla del dentista. Las Meditaciones de la Respiración Observar la inspiración y la espiración en la respiración, es la base para una kriya yoga avanzada ‘generadora de electricidad’. Los maestros Dao, cuando siguen Qi Gong y otras técnicas de las artes marciales’, son excelentes en usar la respiración para generar poder o calor. Swami Vivekananda, hace cien años más o menos, fue el primero que le llamó la atención al mundo, sobre efecto misterioso del pranayama rítmico. “Los movimientos eléctricos hacen que todas las moléculas de un cuerpo se muevan en una misma dirección. Si se hace que todas las moléculas del aire en una habitación se muevan en una misma dirección, la habitación se convertirá una gigantesca batería de electricidad. Otro punto que la fisiología debe recordar, es que el centro que regula el sistema respiratorio, el sistema de respiración, tiene cierto control sobre el sistema de las corrientes nerviosas. Ahora podremos ver, por qué la respiración es practicada. En primer lugar, desde la respiración rítmica nos llega la tendencia de que todas las moléculas en el cuerpo se muevan en la misma dirección. Cuando la mente cambia en la voluntad, las corrientes nerviosas cambian en un movimiento similar a la electricidad, porque los nervios han sido probados que demuestran polaridad bajo la acción de las corrientes eléctricas... Cuando todos los movimientos del cuerpo llegan a ser perfectamente rítmicos, el cuerpo llega a ser, como así fue, una batería gigante de voluntad.” **(Raja Yoga, Swami Vivekananda, Advaita Ashrama Pub, Calcuta.) El alfarero describirá los movimientos rítmicos como ‘amoldar’, un potente amasamiento del barro para hacerlo excepcionalmente fuerte y usarlo como una copa o una jarra. Los alfareros declaran que el frote repetido causa que las moléculas del barro se orienten por sí solas en una misma dirección – como las fibras alineadas componen una cuerda, mientras que las no alineadas son más bien hilas o filamentos sueltos. Variante de la Respiración Saludable Tenemos otra variación de la Respiración Saludable que es particularmente efectiva pero un poco más avanzada. En esta variación, después que los pulmones están completamente llenos, el diafragma es elevado alto y tenso y el pecho forzado rápidamente hacia fuera en su máximo. La respiración es retenida tanto como sea posible – la duración se determinará por un conteo proporcionado. El pecho completo debe sostenerse en una tremenda tensión. El ejercicio prosigue al igual que en la Respiración Saludable regular. Prolongadas tensiones musculares tienen como consecuencia, cuando una repentina relajación llega, la liberación de los químicos corporales que realmente conducen a los estados espirituales profundos. Respiración Alternando las Ventanas Nasales Apriétese la nariz con el dedo pulgar y el anular curvado, el dedo índice y el del medio descansando sobre la frente, y el meñique curvado y relajado hacia abajo. Para aspirar o expirar a través de una ventana nasal, simplemente suelte la presión en el lado deseado. Este ejercicio puede hacerse en dos formas: primeramente, respirando enteramente (inspirando y espirando) a través de una ventana nasal por quince minutos y entonces repitiendo los quince minutos usando la otra ventana nasal; segundamente, inspirando o inhalando a través de una ventana nasal, cerrando la ventana, y entonces abriendo la otra para espirar o exhalar a través de ella y dejando esa ventana abierta para permitir la próxima aspiración o inhalación a través de ella. Respiración del Talón. La Respiración del Talón – no se debe confundir con la ‘Respiración Saludable’ – es una forma avanzada del pranayama usada por los Daoístas en la Órbita Microcósmica, su versión del Kundalini Yoga. La Respiración del Talón, aunque diferente a los ejercicios preliminares de la clarificación de los nadis o canales, es sin duda alguna, un sustituto excelente para estas prácticas de clarificación. Primero, una explicación: Estando los centros del placer donde están, en el cerebro, es imposible apartar el sexo de la meditación profunda. Hay un número limitado de formas para que una persona experimente el éxtasis. Actualmente, puede solamente haber uno. Las personas que siguen cualquiera de las escuelas de ‘mano izquierda’ (la meditación con un compañero de sexo) pueden hacer lo que les guste. Sus rituales son extremadamente complicados, y obviamente, estas instrucciones no son para ellos. En el Oriente, los monjes, algunas veces colocan un cojinete de algodón del tamaño de una pelota de baseball sobre sus duros cojines. Cuando se sientan, el peso completo de su tronco presiona sobre la pelota. Oficialmente la pelota (llamada un “man-tou” que significa una fritura de pan al vapor) se dice que debe presionar el orificio anal, de manera que prevenga el escape de Qi. Realmente, la pelota sirve para suplir estimulación rectal y poner presión perineal en la glándula de la próstata que muchos hombres consideran ser excitante. Sin embargo, en los lugares mayormente tropicales, los monjes se sientan en la tierra, o el piso, no sobre cojines. Ellos también caminan sin zapatos y por lo tanto están “descalzos”. Caminar descalzo, especialmente en una persona mayor, es una forma segura de obtener un anillo duro calloso alrededor de la base del talón. Usando cualquier variedad de asanas (posturas) – pero en particular cuando el adepto se sienta en la postura de Siddhasana, en la que el talón del pie derecho es colocado detrás de los testículos, los dedos de los pies apuntando a la izquierda, la parte superior o empeine del pie en contra del suelo, y el pie izquierdo dirigidos hacia los genitales – el monje logra la presión rectal perineal deseada. Respirando naturalmente, con las manos en el regazo, el meditador comienza enfocando su atención en el dantian, (el punto profundo en el abdomen bajo donde la aorta se bifurca) que, debido a la postura en que él se ha colocado, está ahora cerca de sus talones, del orificio anal, de los genitales, del perineo, de las manos y el abdomen bajo, como para sentirse conectado con todos ellos. Juntos ellos forman “el Área del Gran Dantian” (GDA) o AGD en español. 2. Él siente su pulso latir en su dantian. Entonces, deja que el pulso (que puede ser visualizado como una pelota de luz) se divida en dos pelotas, cada una de las cuales viajan a través de sus tobillos, pantorrillas, rodillas, caderas hasta la base de la espina dorsal – en donde allí, se unen para regresar de vuelta a donde comenzó el GDA / AGD . 3. Él dirige la pelota hacia arriba a través de la espina dorsal hasta su cuello (usando respiraciones cortadas y balanceadas en pequeños segmentos ‘respiración bamboo’ – si fuera necesario) en donde allí se divide otra vez. Cada pelota cruza un hombro y desciende por la parte de afuera del brazo hasta los dedos – en donde la pelota regresa donde comenzó el GDA / AGD . Su pulso es cuidadosamente sentido en los dedos. 4. Cada pelota, entonces entra a un pulgar y asciende por la parte interna del brazo hasta la axila, continuando por arriba del hombro hasta la parte de atrás del cuello, donde las pelotas se unen y comienzan a subir por la parte de atrás de la cabeza hasta la parte superior, y de ahí desciende por la frente deteniéndose en el ‘tercer ojo” (entre las cejas) pulsando allí por tanto tiempo como sea posible. 5. La pelota entonces continúa descendiendo por la nariz hasta el labio superior, de ahí al cielo de la boca (causando una secreción considerable de saliva), y después a la lengua bajando hasta la garganta. El meditador cuidadosamente traga su saliva tres veces. 6. La pelota pulsa bajando el cuello y el esternón, entra por el plexo solar, y cae en el abdomen donde se sumerge, pulsando, en el GDA (el Área del Gran Dantian). El circuito se ha consumado. Nota : Algunas formas de la Respiración del Talón omiten la ruta del brazo y la mano. No se debe hacer eso. También, la clase de concentración que se requiere es similar a la concentración que se ha de tener cuando aprendemos a tocar el piano o a mecanografiar. Primero, una mano aprende. Después, la otra. Finalmente debemos coordinar ambas manos para usarlas al mismo tiempo. El meditador completará tantos circuitos como sean necesarios para sentir su tronco y su cabeza completamente vibrar en una intensa excitación. En este momento, la fuerza se levantará en el interior de su tronco hasta su cerebro, dejándolo suspendido en un samadhi profundo. Una palabra de advertencia: Al practicar cualquier kriya relacionado con el sexo, una persona inexperta puede sorprenderse al descubrir que salvajemente sexuales algunos de estos estados meditativos pueden ser. En la meditación, el ego es trascendido. Fulano De Tal, en su vida sexual normal, siempre permanece, más o menos en control. Las oportunidades para actos bizarros eróticos están usualmente siempre presentes; pero Fulano De Tal sabe que hay algunas cosas que él no hará. Cuando, sin embargo, Fulano entra en el estado meditativo, “el” no está ya más ahí para frenar su entusiasmo o su creatividad. Él puede ser poseído por una clase aterradora de “cualquier cosa puede pasar” frenéticamente. Esta falta de control caracteriza los rituales yoga tántricos y algunas de las misteriosas religiones antiquísimas. Otras Formas de Meditación La Palabra Chan nos llega de la palabra Sánscrita dhyana. La palabra equivalente en inglés es habitar. La palabra proto-indo europea era *dh(e)wel – oscurecer, empañar, confundir, asaltar, aguantar, esconder y por lo tanto detenerse y permanecer. Hay muchas formas de permitir que algo habite en nuestras mentes. El Zen japonés usualmente se limita a sí mismo a no-pensamiento o a meditaciones con la mente vacía - una mente en la que no habita nada; pero en el Chan Chino, una vez que hemos dominado o aprendido el control de la respiración fundamental, nosotros usamos cualquier forma de meditación que sea efectiva. La Meditación sobre un Objeto (“con semilla”) 1. Antes de sentarse a meditar, seleccione un objeto de la casa o la oficina tal como una percha, un lápiz, un saca-grapas, una gaveta de madera, un marco, en fin, algo no muy complicado. Es absolutamente necesario que el objeto sea seleccionado antes de sentarse. Si espera hasta que esté sentado, su mente comenzará a importunarlo, e invertirá el 98% del tiempo que ha designado para meditar tratando de decidir cual es el objeto apropiado para usted. 2. Siéntese en la postura de loto o postura de medio-loto y reverencie al Buda en su interior, revise su conducta reciente, haciendo las resoluciones necesarias, y así sucesivamente. 3. Haga tantas respiraciones profundas de la proporción 1:4:2 como usted necesite para obtener alpha. Algunas veces puede perderse a sí mismo en el ejercicio respiratorio y puede descender en una meditación profunda, saliendo de ella despacio sin haber obtenido el objeto que usted seleccionó. No trate de forzarse para regresar al estado meditativo sólo por el propósito de su objeto. Considere la experiencia como la actuación de una meditación válida en la respiración misma, esto es, que la respiración ha llegado a ser su objeto meditativo. 4. Considere cada atributo del objeto que ha seleccionado y visualícelo sin nombrarlo. Evite usar palabras. Si ha seleccionado un lápiz de madera amarillo entonces visualice una pieza de madera redonda o hexagonal. Observe la forma de la pieza de madera. Después que ha visto la madera, vea el amarillo. De nuevo, no piense en la palabra amarillo. Sólo vea el color. Observe el punto negro (si la punta no está sacada) o punto de grafito. Entonces vea la cinta de metal, con sus aros, rayas y conexiones. Observe la goma de borrar. Entonces vea el lápiz completo. Deje que su mente calque – sin realmente leerlo – lo que está impreso en el lápiz... quizás sea “No 2” o “Ticonderoga.” En este momento, el lápiz, mucho más grande que la vida, deberá estar brillando en su mente. Mantenga su atención en él como si fuera un objeto de maravilla. Definitivamente parecerá ser así. Mientras más tiempo usted pueda ‘habitar” en el objeto, será mejor. Espontáneamente, usted saldrá de la meditación. Calibre la profundidad de su meditación por la profundidad de la euforia que siente después que finaliza y sale de ella. Mientras más éxtasis sienta, más profundamente habrá ido. La euforia es, de hecho, una indicación de la meditación exitosa. Una experiencia religiosa verdadera es siempre jubilosa y excitante. Algunas veces, sin embargo, una meditación toma una dirección errónea y el meditador después comunica que ha entrado en un vacío horrible, un abismo oscuro e infernal o un área de desolación terrible. Él permanece por horas o por días tan sombrío como su visión. Esta clase de experiencia evidencia un problema psicológico y debe rápidamente visitarse un analista o un buen maestro Chan. Algunos comentaristas nos habrían hecho creer que este abismo oscuro e infernal es el estado meditativo último o definitivo. Ellos teorizan que el meditador tiene de hecho, que ver a través del estado material burdo y vulgar de las cosas, alguna realidad subatómica fundamental. Esto es, lo que ellos piensan, es el Nirvana... mirar el mundo, no siendo compuesto de personas, montañas, árboles, océanos, cielos, y todo lo demás, sino de fotones, protones, partículas subatómicas, y así sucesivamente. Esto es un favoritismo sin sentido. No se sorprenda si pierde su habilidad de meditar en un objeto la segunda o la tercera vez que lo use exitosamente. La mente algunas veces se habitúa a un objeto; y cuando el objeto pierde su habilidad para fascinarlo, llega a ser inefectivo como objeto de meditación. Si un método repetidamente fracasa, pase a otro método. Meditaciones con sonidos de tic tac Obtenga dos relojes o medidores del tiempo que su sonido de tic-tac sea perceptible, y ponga uno a cada lado suyo a unos cuantos pies de distancia. Entonces siéntese en su ‘cojín’ de meditar y, después de hacer su reverencia, su examen de consciencia y suficientes respiraciones profundas para obtener el estado de alpha, escuche cuidadosamente los relojes. Habrá momentos cuando sus tic-tacs estén sincronizados y momentos cuando no. Estudie el patrón, tratando de determinar cual es él más lento. Sin recurrir a números o nombres, trate de obtener el sentido de convergencia y divergencia rítmicas. A través de este período de observación continúe respirando profundo usando el ritmo de los relojes para medir la proporción al respirar de 4:16:8 o 8:32:16. Trate de respirar más lento y mejor. En lugar de contar con números en español o ingles, etc. use las palabras indias o japonesas descritas en el capitulo anterior o use términos sin sentido tales como mi, ma, mo, mum, etc. para mantener la cadencia. Es también posible usar su propio latido del corazón para mantener el ritmo. Cada vez que usted sale de la meditación, la meditación ha terminado. No trate de forzarse a regresar a ella. La experiencia total puede durar desde unos cuantos minutos hasta media hora o más. De nuevo, el éxito se mide por el grado de euforia que le sigue. Otro ejercicio de meditación usando los mismos instrumentos de tic-tac, uno a cada lado de usted, es el siguiente: Preste atención a un reloj solamente. A medida que enfoca su atención en él, el sonido de ese reloj parecerá ser más alto mientras que el sonido del otro reloj (el ignorado) parecerá considerablemente más suave. Entonces cambie su atención al otro reloj. Ahora el volumen del sonido parecerá aumentar en un lado y disminuir en el otro. Escuche un lado y después el otro, tratando de determinar cuál es él más alto. Continúe controlando y refinando la respiración, usando el tic-tac para mantener la cadencia. En una forma de testimonio personal, puedo relacionar, que mi primeras experiencias del samadhi fueron logradas a través de las meditaciones con los dos relojes (realmente fue un reloj y un medidor de tiempo). De hecho, en una ocasión entré en tal profundo éxtasis que evidentemente paré de respirar y una voz dentro de mi cabeza (un arquetipo muy amistoso) me llamó por mi nombre y con alguna urgencia noté que no estaba respirando. En ese momento, suspiré y lentamente salí de él. La sección completa duró acerca de una hora. (No puedo estimar cuanto tiempo pasé sin respirar en el estado de éxtasis. Esto es lo que significa el momento ‘eterno’. Está fuera del tiempo, esto es, es inconmensurable). Después de esta experiencia, llegué a estar tan consciente del tic-tac del reloj, que en el momento que el reloj se detenía, lo recogía inmediatamente para darle cuerda. Si otras personas estaban en el salón ellos invariablemente se acostumbrarían al tic-tac y no notarían que el reloj se había parado, pero yo nunca me habitué a eso. Aunque traté de mantener siempre el reloj con cuerda, algunas veces lo olvidé y a través de muchos años fui capaz, de hecho, de oír el reloj pararse once veces. Entonces el reloj se rompió. La Meditación del Sonido Puro Ésta es una variación de la técnica Zazen descrita anteriormente. Esta meditación ha sido por algún tiempo mi meditación favorita. Hay una diferencia entre mirar y observar, entre tocar y sentir y entre oír y escuchar. La primera es meramente sensoria mientras que la última envuelve un considerado o consciente análisis. En esta meditación, siéntese, reverencie, revise su conducta reciente, haga sus resoluciones y ejecute el ejercicio de respiración profunda, y entonces, con la mente en un estado de ‘alpha’, pacífico y tranquilo, llegue a ser consciente de cada sonido que usted oiga... pero no lo escuche. Simplemente óigalo sin evaluarlo o considerarlo en ninguna forma. Documéntelo sin juzgarlo. De nuevo, no deje que el sonido tome posesión de su intelecto. Simplemente, a medida que va llegando, nótelo. Un pájaro cantando, un carro pasando, un avión volando, una campana tocando, los niños jugando... cualquier cosa. Después que un sonido desaparece, otro entra en la mente. La belleza de esta meditación en particular es que dado que los sonidos son diferentes, cada vez que se sienta a meditar, usted no puede habituarse al estímulo. En Nan Hua Si (el Monasterio del Sexto Patriarca) muchos monjes y monjas ancianos llegan todas las tardes a las secciones de meditación y comienzan soñolientos. Ellos roncan y roncan. El deseo de reír, pensando acerca de lo que pasaría si ellos estuvieran en los Zendos Japoneses, es casi abrumador. Pero una vez que este deseo es conquistado, es posible meditar incluso en el ronquido. También, usted puede hacer esta meditación donde y cuando le sea conveniente. Sonidos del Cielo Esta es una meditación particularmente efectiva para las personas que están frecuentemente expuestos a situaciones de estrés. Los dentistas descubrieron hace mucho tiempo que un paciente que escucha un ‘sonido plácido’(un sonido monótono continuo y suave) puede alzar el umbral del dolor considerablemente. Un ‘sonido plácido’ es extremadamente calmante. La lluvia cayendo en la ventana, o en el techo de zinc, o en los latones del patio, el agua de la ducha sobre la cortina de baño, las olas del océano, agua cayendo, y así sucesivamente, son todos ejemplos de ‘sonidos plácidos ’ . Un caracol en espiral sostenido cerca del oído produce un sonido plácido maravilloso. (Actualmente, las personas que tienen dificultad obteniendo el sueño pueden mantener uno de estos caracoles al lado de su cama y alcanzarlo cada vez que necesiten relajarse.) Lo que es importante acerca de esta meditación es que una vez que usted se familiariza con el sonido, puede recordarlo cada vez que se sienta estresado. Todo lo que necesita es la serenidad o la disciplina para usar un momento y retirarse dentro de usted mismo, recreando el sonido en su mente. Mantras Los mantras son palabras o frases dichas rítmicamente, en alta voz o en silencio, rápida o lentamente, pero siempre con una atención total. El más antiguo y quizás el mejor mantra es ‘Om’. La ‘m’ se sostiene por largo tiempo. El ardid es cerrar suavemente los labios y dejar que la ‘mmmmmmm’ lo haga vibrar tanto tiempo como sea posible. (Algunas veces las vibraciones llegan a ser tan intensas que las personas con coronas en los diente frontales se preocupan de perder el cemento que las pega.) Una prueba de si lo está haciendo correctamente es que si tiene un gato, él vendrá hacia usted, se acostará y ronroneará. ‘Mu’ es una variante de este mantra. Una palabra o frase repetida puede persuadir la mente a entrar en el estado meditativo. Muchas personas pueden incluso repetir su propio nombre, una y otra vez, hasta que el nombre llega a ser extrañamente desprovisto de significado. En ese instante ellos caen en el estado meditativo. He encontrado que el mantra Om, Namah, Shivai, es particularmente potente. Se repite Om (3 golpes) Na (1 golpe), mah (3 golpes) Shi (1 golpe) vai (3 golpes), todos en la misma nota. Cuando por primera vez lo aprendí, entendí que su significado era, ¡Om, Yo soy Shiva! Recientemente aprendí que su significado era, ¡Om, Saludos a Shiva! (Por supuesto, que el Shiva que es saludado es el Shiva dentro de cada persona). Descubrí, que extraordinario es este mantra, mientras uno espera por una operación quirúrgica. Debido a la política del hospital de minimizar la ingestión de drogas, los paciente preoperatorios no estaban preparados con los tranquilizantes que se usan comúnmente en esos casos. Por lo tanto, completamente despierta, y temblando en la sala de espera, (la morgue se mantiene más calientita que las salas de cirugías) esperé nerviosamente. Se me ocurrió recitar este mantra mentalmente. En una voz débil, comencé. Después de muchas repeticiones, la voz se hizo más fuerte y entonces otra voz se unió en el bien delineado dueto. Pronto, oí su sonido como los acordes armoniosos de un pequeño coro de iglesia. Entonces el mantra ganó en volumen y armonía hasta que pareció estar cantado por el coro de un enorme tabernáculo con un agudo órgano detrás de él; finalmente, pareció como que un gran conjunto de ángeles estaba proclamando jubilosamente a través del vibrante universo, ¡Om, Namah Shivai! Ya yo no estaba ni atemorizada ni fría, cuando fui llevada en la silla de ruedas al salón de operaciones. Este mantra es también muy efectivo cuando se canta en alta voz. Algunas veces es cantado con una pequeña melodía. Para aquellos que miran a Jesús como su bodhisattva, la oración de Jesús, “¡Oh Señor Jesucristo, ten piedad de mí!” es un mantra divino. Otros mantras maravillosos son “No hay otro Dios sino Allah”, “Hare Krishna”, y “Om Mani Padme Hum”. Nota de la traductora al español con permiso de la autora del libro: “La primera línea del Salmo 23, Salmo de David, ‘El Señor es mi Pastor, nada me faltará’ es mi mantra favorito y ha sido mi tabla de salvación en muchas ocasiones. Me ha hecho sentir y ver la unión divina e indestructible del hombre con su creador – ‘nada me faltará’ - y por lo tanto, la seguridad de la perfección en todo y en todos. A medida que lo repito, la visión de la Verdad Absoluta aparece claramente ante mí en todas partes, sintiéndome más fuerte y más dispuesta que nunca, para pasar a través de esa realidad relativa que ofusca y cubre la Verdad Absoluta - nuestra naturaleza búdica.” La meditación, tanto como con un estimulo auditivo o con uno visual, puede ser peligrosa. Una vez, mientras estaba manejando en una carretera en la selva del sur de México, caí en un estado meditativo escuchando música. Confundida, al salir de la meditación, puse los frenos. Todo en el carro salió volando hacia delante y el carro mismo casi resbala dentro de una cuneta. En otra ocasión, estaba en una esquina de la ciudad esperando a una amiga cuando comencé a meditar en un mantra muy largo y complejo. Cuando mi amiga llegó, me cogió por un brazo mientras yo, en una total confusión, di un traspié mirando alrededor donde estaba. Sólo me tomó un momento para componerme, pero prior a ese momento, podría haber estado en peligro. En otra ocasión, estaba mirando a través de las vidrieras de una tienda de regalos, una exhibición de bolas de cristal. Una de las bolas, que había sido impregnada con burbujas de aire, captó mi atención profundamente. Sintiéndome fascinada, mi cara presionó sobre el cristal, y así simplemente me quedé parada ahí hasta que el propietario salió y me gritó. Respondí, al haber sido forzada abruptamente a salir del trance, clavándole una fiera mirada que lo envió de vuelta a su tienda. El sonido, especialmente el sonido musical, es probablemente la mejor forma de ‘entrar al mandala’. Solamente sean cuidadosos del lugar que se encuentren cuando mediten en él. El Octavo Paso en el Camino: Métodos Meditaciones Visuales En muchas formas del yoga Hindú y Budista, los varios chakras ( “anillos” o centros psíquicos a lo largo de la espina dorsal) son vistos como flores de loto que tienen las letras del alfabeto Sánscrito o Tibetano inscritas sobre sus pétalos. También en sus centros, ellos contienen un mantra escrito del género de Om que cuando se aprecia visualmente constituye no obstante, otra técnica meditativa, trataka . Por ejemplo, comenzando en la chakra raíz Hindú y moviéndonos hacia arriba, tenemos Lam, Vam, Ram, Yam, Ham, y la última Om, todas escritas en Sánscrito. Hiroshi Motoyama reporta un curioso incidente concerniente a su madre, “una mujer simple sin ningún conocimiento de sánscrito”. Esta dama frecuentemente comentaba después de meditar, que ella había visto aparecer en su pecho durante la meditación un símbolo, que ella describía como un bote de vela invertido. Motoyama estaba después perplejo de descubrir que en sánscrito la palabra Yam, sobre el chakra del corazón, definitivamente luce como un bote de vela boca a bajo. Yo no puedo dar razón por la fascinación y la aparición evidentemente espontánea de ciertas formas en nuestras mentes, pero si me preguntan que adivine por qué ellas se manifiestan por sí solas y se conectan con nosotros y todo lo demás, podría decir que en alguna parte de nuestra línea evolutiva ciertos patrones entran en nuestros cerebros primitivos para servir como marcas o señales sexuales o de navegación. (La estrella Polar y la Osa Mayor parecen ser particularmente arraigadas.) Las sílabas sánscritas y los caracteres chinos pueden aproximarse a estos patrones. Haciendo caso omiso del por qué esos patrones inducen al estado meditativo, el hecho es, que ‘el estado meditativo’ puede ser inducido mirando fijamente a ciertas figuras y que esas figuras pueden aparecer espontáneamente durante la meditación. Por esta razón, los chakras también tienen un color característico y una figura básica geométrica: el cubo, el semicírculo o la media luna en cuarto creciente, el anillo, la esfera, la vasija, la pirámide y la estrella. Hay también figuras asociadas a la sombrilla, a la flama, a las flores, a las suásticas, a las cruces y así sucesivamente. En el ejercicio conocido como ‘trataka’, después de mirar fijamente a la figura, (preferiblemente sin pestañear) los ojos se cierran y la atención es enfocada sobre la imagen visual que persiste después que el estímulo que lo causa ha cesado de actuar. Esta imagen querrá moverse alrededor del campo de la visión; el ardid es mantenerla firme. La flama o llama de una vela es el mejor estímulo visual para usarse cuando se está entrenando en esta técnica. La llama, mantenida al nivel del ojo, debe estar de 18 a 24 pulgadas enfrente de ellos. Mientras se mira fijamente, detecte u observe las pequeñas caras o figuras diferentes que usted pueda ver en la llama. Una vez que ha sido obtenido el grado de maestría, reproducciones a todo color de los chakras – uno a la vez – pueden ser utilizados en lugar de la llama de una vela. No es necesario que digamos, que es imprescindible poseer el completo conocimiento de los chakras, dado que el ejercicio incluirá la concentración sobre tales detalles como las letras sobre los pétalos, el significado de las figuras, los símbolos de animales, y los regalos ofrecidos por los dioses o budas de los chakras, etc. La figura del Yin y Yang del Daoísmo es particularmente efectiva como un objeto de meditación. Comience entrando en el estado alpha y entonces, con los ojos cerrados, mentalmente construya el círculo con sus divisiones blanca y negra, estilo coma. Rote la imagen nueve veces hacia la derecha y nueve veces hacia la izquierda. Ayuno o Abstinencia La mayoría de las religiones incluye la abstinencia en sus regímenes. Las personas creen que por hacer el sacrificio de pasar hambre ellos serán premiados con visiones y otras experiencias espirituales. Y la mayor parte de las veces así es. Después de unos días de ayuno, el cuerpo humano produce su propio ácido lisérgico [un alcaloide cristalino, C 16 H 16 N 2 O 2, derivado del ergot y usado en investigaciones médicas como agente psicotomimetic]. Las personas espiritualmente inmaduras que ayunan, no obtienen más beneficio de ello que lo que pueden obtener al renunciar al LSD. La energía y la determinacion requerida para privarse uno mismo de comida, será mucho mejor usada en otra búsqueda o empeño espiritual. El ayuno, un ejercicio que no es nada moderado, puede ser perjudicial para la salud. Las alucinaciones asociadas con el ayuno pueden incluso ser un factor contribuyente a la anorexia nerviosa. Y no nesecitamos decir, que antes de ayunar debemos siempre consultar un médico. Contemplacion Penetrante en la Nariz o el Tercer Ojo Muchas técnicas Daoistas y Budistas requieren que el meditador se siente con los ojos cruzados por media hora más o menos. Esto definitivamente no es fácil. La mejor manera de dominar esta técnica es practicarla por la noche, justo antes de ir a dormir. Para la mayoría de las personas, este ejercicio puede ser practicado solamente en la oscuridad. En un ambiente bien iluminado, los muchos objetos llenan y confunden el campo visual y los ojos cruzados tienden entonces a causar mareo e irritacion nerviosa. Al lado de su cama, mantenga una vasija pequeña llena de sal de mesa o grava fin y un suministro de palitos de incienso. Cuando la luz esté apagada, encienda un palito y manténgalo brillando a seis pulgadas más o menos de su cara. Si sus ojos están relajados usted verá dos puntos brillando. Fuerce sus ojos a unir los dos puntos en uno. Sus ojos se cruzarán a medida que usted hace eso. Entonces, manteniendose en ese punto focal solamente, acerque el palito poco a poco a su nariz. Tenga cuidado de no quemar su nariz. Mantenga el punto enfocado con los ojos cruzados tanto tiempo como pueda. Mida el tiempo que usted ha podido sostenerlo. Cada noche usted debe ser capaz de extender el conteo. Cuando sus ojos estén cansados y usted no pueda mantener más la atencion en un solo punto, coloque el palito en la vasija y déjelo que se queme. Entre la fragancia del incienso y los efectos relajantes de este ejercicio, será muy probable que se duerma rápidamente. La contemplacion frontal penetrante puede ser dominada de la misma forma. Mantenga el punto brillante más arriba de los ojos, vea dos puntos, y entonces fuerce sus ojos a unir los dos puntos en uno. Despues de eso, fije el punto más cerca de la frente. Tenga cuidado que la ceniza no caiga en sus ojos. Llaves Cualquier ejercicio que requiere que el meditador empuje una pelota de luz a través de los varios nadis , canales o chakras, requiere mucho más que una fuerte imaginacion. Los músculos del cuerpo están actualmente contraidos para forzar que la pelota se mueva. Dado que estos músculos son frecuentemente descuidados, el estirarlos a través de la práctica diaria, independientemente de cualquier aspiración yoga que se pueda tener, puede ser extremadamente beneficioso. Cada llave debe ser ejecutada como un ejercicio doble; primero, con los pulmones completamente vacios; y segundo, con los pulmones llenos a su capacidad. Cada llave debe mantenerse en un conteo de nueve. Estos ejercicios deberán ser ejecutados, ya sea sentados derechos (preferiblemente en la postura de loto) o arrodillados con el cuerpo horizontalmente extendido hacia delante, sostenido por las manos. Llave Raíz. Comience contrayendo los músculos del recto. Apriete los músculos anales como cuando usted trata de prevenir la defecación. Despues, deje que la contraccion continúe hasta que toda el área genital esté constreñida – como cuando usted ha tratado también, de prevenir el orinar. Llave Diafragma. Comience por contraer los músculos abdominales como cuando se fuerzan hacia adentro en contra de la espina dorsal. Despues, ruede la contraccion hacia arriba, como cuando se levantan los músculos hasta la caja toraxica. Para poder hacer esto, todos los músculos del torax inferior (el área completa del diafragma por arriba de la cintura) debe también contraerse. Llave del Cuello. Mantenga la cabeza erecta, lentamente fuerce la barba hacia atrás entonces suéltela y déjela descansar en forma de una ranura en V sobre la parte de arriba del esternón. Estas llaves pueden también ser practicadas en sucesión. En un ejercicio de tres partes y 27 conteos en total. Esto requiere que usted o sostenga su respiración en un conteo de 27 o que mantenga sus pulmones vacios por el mismo tiempo. También, las llaves son frecuentemente usadas con una técnica llamada ‘respiración bamboo’. Respire profundo y aguante la respiración o lo que es lo mismo, cierre la llave. Entonces, enseguida, gruñendo y esforzándose rápidamente para cerrar más la llave, deje dejar salir el aire en chorros. Imaginación “Activa” o Meditaciones sobre figuras Arquetipos. Nota: Los símbolos de la inconsciencia no siempre aparecen en sus formas antropomórficas reconocibles: recuerden que la Madre, puede aparecer como una vasija dorada, una vaca, o un tigre; el Yo, puede aparecer como Mandala o una piedra blanca resplandeciente; la Sombra Enemiga, normalmente una figura satánica, puede presentarse como un monstruo amenazante o un arma letal, y así sucesivamente. En esta técnica, el meditador, en un estado de profundo relajamiento, se gratifica en una clase de fantasía activa / pasiva. Es activa en ese esfuerzo intenso inicial que se hace para concentrarse en la visión y “sentir” la situación o el contorno. El meditador comienza visualizándose a sí mismo en un lugar placentero. Si él se imagina que está en la playa, él siente la brisa, el sol caliente, la arena entre los dedos de sus pies; él ve el cielo azul y los reflejos brillantes del sol en el agua; él oye las olas del océano rompiendo en la orilla y las gaviotas; él huele el agua cargada de sal, y así sucesivamente. Después, él comienza a explorar el contorno. Se convierte en un explorador playero, recogiendo objetos que han sido lavados por las olas, estudiándolos y notando su peso, textura, color, forma, olor, etc. (Él no intenta clasificarlos científicamente). En este momento, el meditador comienza a ser un participante pasivo en los sucesos. Él deja de ser el director de la producción. Un sentido de admiración y asombro lo envuelve y el entorno se convierte en real. Él ESTÁ allí en la playa. Las situaciones se desarrollan; las figuras de las personas, los animales y los edificios o del escenario tales como cuevas o peñascos aparecen. Él observa y reacciona espontáneamente. Él puede entrar en una gruta o esconderse de un tigre furioso. Puede descubrir la mujer de sus sueños o la mujer de sus pesadillas. Los encuentros pueden ser eróticos o atemorizantes; pero ya sean los encuentros placenteros o desagradables, debe dejársele al drama tener su propia vida y seguir su curso por el mismo. Él responde emocionalmente a los sucesos, reaccionando físicamente con gestos, risas, lágrimas, excitación sexual, y así sucesivamente. Él puede permanecer en este drama por horas, interrumpiendo la fantasía solamente para asistir los deberes reales del mundo. A su conveniencia, él regresa a ella. Hasta aquí, los personajes, el entorno del drama y la espontaneidad de la organización de los sucesos pueden ser maravillosamente sanadores – asumiendo que después él sea capaz conscientemente de integrar el significado. Las viejas culpas, los deseos, los repudios, o las tristezas, pueden ser satisfactoriamente resueltos. Los parientes o amigos muertos de los cuales él ha recibido el amor y el consejo alguna vez pueden regresar a confortarlo y guiarlo. Él puede pedir su perdón o dar explicaciones o decir y hacer cosas que previamente nunca fue capaz de decir o hacer. La situación no es muy buena si los personajes, el entorno, y los sucesos lo asustan e inquietan más allá de su habilidad para manejarlos. Por ejemplo, un personaje en particular en el drama puede vivificarse tan intensamente que el meditador encuentra que puede actualmente ver u oír el personaje fuera de la meditación. Ahora el meditador se ha metido en un problema potencialmente grave. Cada vez que un arquetipo invade la consciencia y el ego pierde su integridad discriminatoria, profesional o religiosa, la ayuda es lo indicado. Realmente, una oportunidad maravillosa se ha presentado: el arquetipo descontrolado puede ser la llave para abrir una obstrucción emocional de alguna clase. Está claro solamente que un problema ha sido encontrado y que una declaración del problema probablemente servirá para desarrollar la madurez emocional y espiritual del meditador. Con variados grados de dificultad, los adeptos pueden entrar y salir de esos dramas, pero los principiantes la mayor parte de la veces no tienen control. Por esa razón, los maestros Chan insisten que los novatos no se permitan ellos mismos permanecer en cualquier visión o encuentro psíquico experimentado durante la meditación. Los maestros japoneses Zen se oponen vehementemente a esos fenómenos (makyo/maya) y ellos no tolerarán nunca esas intrusiones incluso en sus propias meditaciones. Los maestros tibetanos, sin embargo, son verdaderamente unos expertos en sus habilidades para controlar tales situaciones. En el intrigante libro “Magia y Misterio en el Tibet”, Alexandra David- Neel, la famosa aventurera francesa y lama tibetana, que era una indiscutible adepta a la meditación, relata su propio experiencia tormentosa con esta técnica. Los tibetanos promueven la maestría de esta forma y la usan de muchas maneras. Además de conjurar a dioses, diosas, compañeros y amantes, ellos también conjuran demonios monstruosos y creen, por ejemplo que ellos pueden actualmente enviar demonios encarnados para hostilizar a sus enemigos. David-Neel, deseando experimentar con esta técnica, escogió crear un compañero, “un monje, bajito y gordo, del tipo inocente y jubiloso.” Por unos meses ella se concentró en crear este compañero y pronto fue capaz de darle una realidad objetiva: cada vez que ella quería, ella podía actualmente traerlo a la vida y verlo viviendo con ella en su apartamento. Entonces, un día, ella dejó el apartamento para ir a un largo viaje a caballo y el monje se fue con ella. Pronto, ella relata, “... no me era necesario pensar en él para hacerlo aparecer. El fantasma ejecutó varias acciones de la clase que les son natural a los viajeros y eso, yo no se lo había ordenado. Por ejemplo, él caminó, se detuvo y miró alrededor de él. La ilusión era mayormente visual, pero algunas veces sentí como si una túnica estaba rozándome suavemente y una mano parecía haberme tocado el hombro.” Pronto, David-Neel notó que su jubiloso fantasma comenzó a cambiar. Adelgazó y “su cara asumió una impresión maligna, vagamente sarcástica y malévola.“ ”Él llegó a ser problemático y atrevido. En breve, él se escapó de mi control.” Y así, ella continua hasta insistir que un pastor que entró a su tienda, realmente vio al fantasma sentado allí y le respondió como si fuera una persona viviente. Entonces, su “no deseado compañero” comenzó a ponerla nerviosa, volviéndose “una pesadilla diurna”. Le tomó a ella seis meses para liberarse de él. David-Neel concluye, “No hay nada extraño en el hecho de que yo pueda haber creado mi propia alucinación. El punto interesante es que en estos casos de materialización, otros ven los pensamientos formados que han sido creado.” Ella más adelante nota que los tibetanos no están de acuerdo en sus explicaciones de tales fenómenos. Mientras algunos adeptos creen que a una alucinación se le ha dado una forma material sustancial, otros creen que la aparición se debe meramente a una influencia evocadora hipnótica. De nuevo, estos personajes no necesariamente tienen que ser creados deliberadamente. Ellos pueden aparecer espontáneamente en un sueño ejemplar de arquetipo o durante el curso de la meditación. Cualquiera que se encuentra a sí mismo a la merced de una de estas ‘criaturas de la mente’ deberá ir inmediatamente a un analista Jung o a un maestro Chan. La Oración La meditación y el rezo son los dos métodos, uno pasivo y el otro activo, que nosotros usamos para contactar el Yo interno o el Buda en nosotros. Con una excepción, los deseados efectos de la oración nunca deben ser considerados extenderlos más allá de los limites corporales de la persona que está rezando. La excepción descansa en la habilidad que la oración de una persona puede tener para inducir en otra persona sugestionable, ciertas respuesta físicas y psicológicas. Esta clase de oración ‘para la segunda persona’ es del tipo de terapia hipnótica de ‘poner las manos’ o de la fe sanadora. Para que la oración tenga efecto como agente terapéutico debe haber una creencia por parte del que reza y por lo menos una demostración convincente de un deseo ferviente de parte de la persona a quien se le reza. Debe ser advertido cuidadosamente que al igual que nadie puede hipnotizar a un bebé, nadie puede usar la oración para curar de nada un infante o un niño que no entiende. También, la oración no opera a distancia. A menos que estemos hablando con nuestra Tía Minnie en el teléfono o ella de otra forma esté consciente de nuestros esfuerzos y los aprecie profundamente, no podemos ayudarla rezando para que se terminen sus infortunios o cualquiera de sus enfermedades y problemas. De nuevo, cuando recemos por nosotros mismos, puede que no busquemos cambios exteriores. Nuestro cuerpo limita la extensión de la efectividad de nuestra oración. ¿Por qué cosa no podemos rezar? No podemos rezar por dinero, porque nuestro Buda Interno no es un financiero. No podemos rezar por lluvia porque nuestro Buda Interno no es el dios de la lluvia. No podemos rezar por vencer a nuestros enemigos porque nuestro Buda Interno no se ocupa del bien y del mal y nunca es vengativo sobre ningún asunto. Y además, nuestros enemigos tienen sus propios Budas Internos – una situación que constituye un conflicto de interés divinamente insostenible ya que ellos están similarmente afectados y deben estar rezando simultáneamente. ¿Qué tipo de oración es permitida? Supongamos que un budista se encontrara en un desierto sin agua. Él sabe que no hay un Gran Buda Cósmico que pueda, si Él así lo deseara, producir un lago o unos refrescos a petición; pero, ¿para qué entonces él reza? Él reza por eso, que por lo menos es posible – por disminuir los efectos de deshidratación y por aumentar su habilidad para sostener el tormento y la tribulación. Él reza para disminuir las necesidades de su cuerpo por agua, para hacer más lento su pulso, para tener un estado de mente calmado y así sucesivamente. Él también reza para incrementar la agudeza de su pensamiento y su visión, para llegar a ser consciente de los recursos de agua que quizás no hay visto, para una solución al problema de encontrar y crear sombra, para medidas constructivas tales como un medio de colectar la orina, el rocío, y así sucesivamente. Si llega a ser obvio para él que no puede preservar su vida, él reza por sabiduría, paciencia y gracia. Él reza para no ser abandonado a la hora de su muerte, sino ser absorbido supremamente en el Señor a medida que su término de vida expire. Consideremos un caso: Dos hombres se han perdido en el desierto sin agua. La ayuda no les ha podido llegar en muchos días. El hombre A reza por lluvia. Él canta y baila para atraerla. Él le deja al Buen Dios saber como él se merece, por consideración, algo de líquido. Observa el horizonte y las nubes. Ansiosamente espera, alternando entre la esperanza y la desesperación. El hombre B es como cada uno de nosotros, un budista sensible. Le pide a Dios por una ayuda constructiva para sobrevivir la ordalía. Si él, a diferencia del resto de nosotros, ha asistido fehacientemente a su práctica, puede ser capaz de rezar para entrar en el estado casi suspendido de animación, minimizando sus necesidades de agua. Ahora, si el grupo de rescate encuentra a un solo hombre vivo, ¿cuál de ellos será? Será el hombre que no bailó. El potencial sutil de la oración puede ser mejor demostrado por el experimento de un péndulo. Coja un pedazo de hilo de más o menos un pie de largo y amarre una piedra pequeña a uno de sus extremos, creando así un péndulo. (Cualquier cosa que pese puede usarse... así como una nuez, una arandela de metal, o la pesa de una caña de pescar.) Sostenga el otro extremo del hilo entre sus dedos pulgar e índice y, con la palma de su mano hacia abajo, descanse sus codos sobre una mesa y deje que el péndulo cuelgue sobre la mesa. Sin hacer ningún movimiento con su mano, imagine que un mapa está debajo del péndulo y comience a pensar “norte y sur.” Simplemente sostenga su mano firme a medida que se concentra en las direcciones norte y sur. Sin ninguna ayuda consciente de usted, el péndulo comenzará a balancearse hacia delante y hacia atrás. Mientras más usted piense ‘norte y sur’ con más fuerza el péndulo oscilará en esas direcciones. Entonces cambie las direcciones. Piense “este y oeste.” El péndulo oscilará raramente por un momento y entonces, sin ninguna ayuda consciente de usted, comenzará a balancearse de lado a lado, o sea este y oeste. Suponga que a usted le han dado la tarea de hacer conscientemente que el péndulo se balancee en una dirección perfecta norte y sur. Si deja que su ego tome el mando del proyecto, probablemente usted usará los codos como centro y moverá sus manos hacia delante y detrás para hacer que el péndulo se balancee. Y muy pronto, usted tendrá un péndulo oscilando impulsivamente. Por supuesto, usted puede tratar de aminorar su velocidad, pero sus esfuerzos probablemente incrementaran la oscilación excéntrica. Haciendo la tarea en una forma de rezo, esto es, pidiendo por ayuda a través de simplemente pensar ‘norte y sur’, permite que su Yo interior dirija la acción. Entonces ocurrirán unos movimientos musculares muy sutiles en sus dedos. Usted no será capaz de detectarlos pero los movimientos estarán allí. Y el resultado será justamente un balanceo de norte y sur: el resultado será una oscilación perfecta de norte y sur. No habrá ningún balanceo impulsivo de ninguna forma. La oración viene a nuestra ayuda tan milagrosamente que la vida religiosa es absolutamente miserable sin ella. Nunca debemos dudar para rezar. Y siempre debemos tratar de rezar antes que nada. Por ejemplo, supongamos que estamos esperando una carta o misiva. Digamos, una carta de aceptación o de rechazo. Jane ha aplicado a la universidad de Harvard y está esperando una respuesta favorable a ella. Cada día ella se dirige al buzón con ansiedad. ¿Qué hará ella si es rechazada? ¡Oh, el horror de todo eso! ¡La desgracia! Mabel también ha aplicado a Harvard. Mabel reza, “Oh Señor, si soy aceptada, ayúdame a llevar esta buena noticia inteligentemente sin causarle daño a nadie de los que han sido rechazados para que no se sientan peor; y si soy rechazada, ayúdame a tener la gracia de regocijarme con aquellos que fueron aceptados y también mirar hacia delante con entusiasmo para asistir a otra escuela que me acepte. Señor, yo sé que Harvard no es una educación de vida o muerte. Con Tu ayuda yo sé que puedo obtener una educación excelente, no importa donde estudie. Quizás por mucho menos dinero... En un clima mucho mejor del que Massachussets tiene... Donde puedo mantener mi carro conmigo...” (Si Harvard tuviera algún entendimiento escogería a Mabel rapidito.) La oración nos capacita para llevar nuestras tristezas y nuestras alegrías con ecuanimidad. Ella nos sostiene en los tiempos de necesidad, y a medida que el péndulo oscila, nos da la habilidad de resolver nuestros problemas, habilidades que ni siquiera pudimos imaginar que poseyéramos. Cuando hay un acercamiento sincero y humilde, nuestro Buda Interno es asombrosamente misericordioso e ingenioso. |
Última modificación:
December 03, 2004
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