Click here for English
 » Capítulo 20 - Conclusión
Ming Zhen Shakya
El Séptimo Mundo del Budismo Chan
por Ming Zhen Shakya

Traducido al Español por la < Rev. Yin Zhi Shakya, OHY

Capítulo 20 - Conclusión

Recuerdo que hace tiempo se me dijo, que para que una cosa pudiera calificar como arte, tenía que tener el poder de levantar la emoción, la imaginación, y la razón. Además, tenía que ser capaz de sobrevivir. No importa lo mucho que los críticos la aclamen como “una obra de arte”, si pasa a la oscuridad o fracasa para motivar o incitar la mente de una generación como hizo con la otra, es muy probable que nunca fue arte del todo. Sólo era una novedad o estaba de moda, una pieza de interés histórico y nada más.

Para que sea merecedora de nuestro esfuerzo, una práctica religiosa debe tener estos cuatros requerimientos. Ella debe retarnos constantemente estimulando nuestra imaginación, inspirar nuestras emociones, y hacernos pensar.

Y también debe perdurar. En la misma forma que un trabajo de arte permanece en nuestras mentes mucho después que estamos más allá del alcance de su visión o sonido, mucho de la práctica religiosa vive y permanece en nosotros considerablemente después de haber sido presentado a ella.

Al igual que necesitamos tiempo para evaluar una obra de arte, también necesitamos tiempo para evaluar una práctica religiosa. El Séptimo Mundo de Chan es el período de estudio. Aprendemos acerca del Camino. Practicamos las técnicas y calibramos nuestras respuestas. ¿Sentimos que el Chan es tan correcto, y tan profundo en nuestra alma que estamos listos para comprometernos con él hasta donde podemos apreciar?

Si decidimos que definitivamente hemos encontrado un tesoro, podemos formalmente declararlo como nuestro. Podemos recibir los Preceptos. Simple o grandiosa, es una ceremonia agradable, un rito importante en el Camino. Es como si fuéramos a la corte para casarnos. Ahora podemos participar completamente en todo lo que el Budismo Chan ofrece. Ahora estamos dotados con todos sus tesoros.

Entonces, como cualquier novia o novio, dirigimos nuestra atención fuera del mundo exterior hacia la cámara interior, privada y sagrada en la que nuestro “Otro” habita. Ahora tenemos alguien por quien preocuparnos, alguien que disfrutamos con placer, alguien que se preocupa de nosotros de la forma más maravillosa.

Sabemos donde pertenecemos. Donde una vez estuvimos solos – una voz que nadie parecía oír – ahora tenemos una comunión maravillosa, no solamente durante la oración y la meditación, sino todo el tiempo y en todas partes. No podemos fracasar para prosperar, porque todo lo que necesitamos es lo que somos.

Un Daoísta diría que después de tal matrimonio estamos listos para conectarnos con el Valle del Espíritu y entonces comenzar a crear el Hijo Divino... y así completar la Orbita de manera que podamos entrar en el Círculo Vacío.

Y de esta forma, con este pensamiento tan agradable e inspirador, terminamos.

Reverenda Ming Zhen (Chuan Yuan) Shakya) (e-mail)


    Título Original en Inglés: The Seventh World of Chan Buddhism.
    Autora: Rev. Ming Zhen Shakya (Chuan Yuan Shakya)
    Publicado por la Orden Hsu Yun del Budismo Zen © 1996, Nan Hua Buddhist Society

back   a la página previa          Índice


 
Última modificación: December 03, 2004
©2001 Orden Hsu Yun del Budismo Zen
Información