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 » Capítulo 15 - Correcta Vida
Ming Zhen Shakya
El Séptimo Mundo del Budismo Chan
por Ming Zhen Shakya

Traducido al Español por < Rev. Yin Zhi Shakya, OHY


Capítulo 15 - Correcta Vida

El Quinto Paso en el Camino

    El Trabajo… “La prerrogativa de la inteligencia, el único medio para los hombres, y la medida para la civilización. Los salvajes no trabajan.
     
        - Calvin Coolidge

Hay una cantidad increíble de tonterías circulando en la literatura budista referente a las clases de ocupaciones que encajan o son convenientes para los budistas.

De acuerdo a esos textos, los budistas no pueden, por ejemplo, ganarse la vida directamente o indirectamente haciendo cualquier cosa que involucre el daño de los seres vivientes. A la primera ojeada, esto parece claro y razonable. “Bien,” dice el joven budista, “debo quitar de la lista de las posibles profesiones a las que puedo aspirar, el llegar a ser un pistolero de la Mafia. Eso está justo.”

Pero tales textos como “Lo que Buda Enseñó” de Walpola Rahula, continúa diciendo que los budistas tampoco pueden establecerse, “viviendo de una profesión que dañe a otros, tal como comerciar con armamentos, con artefactos letales, con bebidas alcohólicas o venenos, matar animales, ser deshonestos o inmorales, etc.

El budista que está tratando de escoger una carrera inmediatamente añade, “nunca trabajaré en un matadero despachando el ganado a los delicados pastos del cielo.” Entonces él comienza a preguntarse hasta que grado le está prohibido el ayudar la industria de la carne. Bien, él razona, que comprar armas no es en sí mismo matar, o incluso un acto de violencia. Es meramente ayudar la violencia supliendo el material para la muerte. ¿Pero hasta que grado está él prohibido de participar en la matanza de animales? ¿Puede ser él la persona que lleve a la vaca al matadero? ¿Puede ser él el vaquero que cría la vaca para ser sacrificada? ¿Puede él vender hamburguesas? ¿Zapatos? ¿Cualquier artículo de piel? ¿Puede él vender gelatina? ¿Puede él trabajar en un supermercado o ser el dueño de una cadena de ellos? ¿Puede ser un pescador? ¿Puede ser un camarero que sirve emparedados de salchichones? También, mientras entiende muy bien que él no debe ayudar la Mafia de ninguna forma y que hasta cierto punto duda, que de ninguna forma, puede aplicar a una posición en la oficina del Ejecutor del Estado, él se pregunta si podría solicitar empleo en el resto de las posiciones del Sistema Judicial. ¿Puede ser reportero de la corte donde se sentencian a muerte las personas? ¿Puede aspirar a ser un policía?

Él continúa deliberando en el asunto. Obviamente un budista no puede ser un cantinero o cantinera, él concluye, o incluso trabajar para una destilería o una cervecería. Pero, ¿puede él ser el hombre que construye el lugar donde se venden las bebidas o lo limpia? ¿Puede ser el campesino que le vende sus granos a la cervecería?

¿Puede un budista trabajar para una compañía exterminadora de cucarachas y ratones? ¿Puede poner una ratonera o exterminar las termitas y las cucarachas? ¡Claramente no! ¿Puede matar a un mosquito? ¡De ninguna forma! (En un monasterio en Taiwán, una vez fui regañada por una monja budista por matar un mosquito.) ¿Puede ser un médico que administre la medicina para matar a miles de parásitos intestinales que estaban viviendo en el abdomen de un niño? ¿Puede trabajar para la compañía farmacéutica que hace la medicina?

Él sabe en su corazón que no puede ser un alcahuete o un traficante de drogas, pero él sabia eso antes de convertirse al budismo.

Y él no puede ganarse la vida “deshonestamente”. (Oh. Todavía falta quitar de la lista los automóviles usados, la política y el evangelio en la televisión.) Mientras más piensa, la lista se hace más corta.

De forma que él y el resto de nosotros nos quedamos preguntándonos, ¿qué significa la Correcta Vida?

La mayoría de los comentaristas religiosos evitan responder tales preguntas. Y nadie puede preguntarle a un libro.

Lo que es necesario aquí, es el sentido común. Los profesionales religiosos que se ganan la vida con las donaciones de los miembros que trabajan en sus congregaciones, pueden darse el lujo de ser empleados angelicalmente. No teniendo responsabilidades familiares para anclarlos a la realidad terrestre, ellos pueden tener los recursos para flotar por encima de tales contaminaciones. (Y mientras estamos en este tema, es deplorable ver como tan fácilmente El Puro acepta el dinero ‘sucio’. Un ladrón puede ir desde el lugar del hurto hasta el banco de la iglesia, y si el producto de su robo es puesto en el platillo de los diezmos, ese dinero es bienvenido. Esto, por supuesto, es verdad en cualquier religión. No hay selección en el origen de la donación.)

Por lo tanto, la solución que aplicamos al problema de la Correcta Vida es simple: Un budista puede ganarse la vida de cualquier forma que sea honesta y legal. Él puede vender armas... pero no a alguien que razonablemente sospecha está loco o intenta usarlas para propósitos criminales. Él puede ser un vegetariano y un vaquero... un zapatero, un carnicero, un soldado, un cantinero, y en caso que haya alguna duda, él puede incluso ser el hombre que baja la palanca del conmutador, para alguien legalmente condenado a muerte. Si él no aprueba la pena de muerte, él no tiene que aceptar el trabajo.

Hay limitaciones que un budista debe imponerse a sí mismo. Mientras él puede ser un cazador si cree que la carne se puede comer, se espera que no se asocie con deportes sangrientos y frívolos, y con la adquisición de trofeos de caza. Hay personas, por ejemplo, que usan palomas para prácticas de tiro o que matan zorros sólo por diversión. El precepto de la no-violencia evita que cada uno se gratifique en matar por el gusto de hacerlo, la matanza injustificable de animales es definitivamente cruel. Sin embargo, ayudar a otras personas a matar por diversión, es honesto y legal. Muchos hombres de familia están empleados por aristócratas (escuderos o sirvientes de la nobleza que se ocupan de organizar las cacerías para los nobles) que frecuentemente cazan zorros. ¿Qué hacen ellos cuando les ordenan que se preparen para la cacería? ¿Renuncian, o los despiden? ¿Y qué acerca de uno que cría perros de caza, y de los herreros que se ocupan de ponerles las herraduras a los caballos que se utilizan para cazar? Ellos también contribuyen con su destreza a la cacería. Si la única forma en el mundo de que un hombre pudiera ganarse la vida y alimentar a su familia fuera trabajando como guía o conductor de safaris, bien... esperemos que se asegure que no cacen a ninguna hembra preñada y que toda la matanza sea justa y limpia, pero no se le puede decir a esa persona que renuncie a ser budista o que abandone las responsabilidades de su familia. Es más, el guía del safari, no está solamente dirigiendo su talento hacia la matanza y no puede ser criticado exclusivamente por eso. El cazador puede también haber sido equipado por un vendedor muy decente y virtuoso de una compañía de deportes, y transportado al lugar del safari a través de los servicios de una magnifica compañía de pasajes y de un piloto muy devoto. Un agente de venta muy decente le pudo haber vendido a él su licencia de cazar. ¿Qué estamos preguntando aquí? ¿Debería un piloto budista rehusar volar a Nairobi?

¿Puede un budista hacer o asistir en la operación de un aborto? Esta es una buena pregunta. (Mi respuesta personal es, ‘¡Oh Dios mío, espero que no!’) Pero... es honesto y es legal y algunas veces se demuestra una mayor compasión ayudando en el aborto que en negar el procedimiento. Los profesionales que se ocupan del Cuidado de la Salud tienen que decidir por ellos mismo si consideran que sea un crimen el terminar un embarazo prematuro. La ley más o menos declara que si un feto puede sobrevivir por sí solo, su vida no puede ser abortada. Por esta razón, a los tres meses del embarazo ya ni siquiera se considera el aborto. Si la madre no tiene suficiente comida para el feto, ella lo deja morir anónimamente. Donde hay medicinas o habilidades disponibles, los abortos son hechos.

Ninguna sociedad ha existido sin practicar el aborto y /o el infanticidio. Sin embargo, algunas sociedades son más hábiles que otras y matan menos mujeres. Últimamente, esto es un problema. Los abortos legales por lo menos son más seguros. Donde el aborto no es legal, el rico puede pagarse para ir a donde sea legal y obtener un procedimiento más seguro. El pobre, extirpado de las tradiciones de las culturas nativas, está reducido al procedimiento amateur frecuentemente letal de los aborcionistas anónimos. El aborto, sin embargo, no es ni nunca podrá ser nada más que un remedio de último recurso. No es un sustituto aceptable para la píldora o cualquier otro método de control de la natalidad.

En el libro “El Espejo Vacío”, la narración fascinante de Janwillem van de Wetering de su experiencia en un Monasterio Zen en el Japón, él autor relata como los campesinos frecuentemente traían sus gatitos que no querían al monasterio. La tarea de disponer de ellos le tocó a un clérigo budista que los ponía en un saco para ahogarlos. ¿Qué más habrá hecho este clérigo? ¿Deberíamos haber tenido una gran serpiente de mascota en el monasterio, tirarles los gatitos a los perros, o dejar que los gatitos murieran de hambre? Las personas que se indignan acerca de la solución del clérigo, han vivido mucho tiempo en la estratosfera privados del oxigeno. Aquí en la tierra las opciones duras y difíciles de vida y muerte tienen que ser hechas.

Es cierto que los campesinos sabían o sospechaban que los gatitos iban a ser matados. Pero ellos hicieron lo que muchos de nosotros hacemos. No tenemos ‘el corazón’ o estamos opuestos religiosamente para hacer un trabajo odioso en particular, de forma que nos eximimos de culpa tirándole el trabajo a otros.

Una persona que va a trabajar cada día tiene que hacer selecciones y compromisos. Es tan complejo el sistema de comercio, de la industria y de los servicios profesionales, que es frecuentemente imposible tirar una línea de demarcación entre las ocupaciones aceptables y las inaceptables. Un hombre Chan debe vivir en la sociedad y lo que es legal en la sociedad es legal para el hombre Chan. Si a él no le gusta la ley, puede tratar por medios legales de alterarla. Si encuentra una ocupación personalmente repugnante, deberá abstenerse a ella; pero él no debe castigar o condenar a aquellos que sus puntos de vistas difieren de los suyos. Simplemente no hay otra forma realista de cumplir u obedecer con una Correcta Vida.

En todo el mundo no hay nada más repugnante que un líder religioso moralmente superior que acepte dinero de aquellos cuyas ocupaciones él encuentra censurable, que le gusten los guantes de piel fina, que él supone, vienen de los árboles de piel, que demanda una sociedad bien ordenada mientras denigra las manos que hacen el trabajo sucio para mantenerla, que vive en la riqueza donde no hay ratas, pero que le prohíbe al pobre incluso, desprenderse de sus propias aflicciones.

Tal clérigo es un hipócrita profesional, situado en las estaciones de la vida, en un nivel mucho más bajo que la forma más conservativa de prostitución.



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Última modificación: December 03, 2004
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